☕️ CoffeeLetter | Cómo pasar a sentir que ¡Si te da la vida!
Cuando abrazas una planificación con esencia femenina🌹
¡No me da la vida!
Esa frase conocida y popular que hemos llegado a llevar en camisetas, tazas, agendas… Y que acompañan, aun a día de hoy, a multitud de personas. ¿A ti también?
A mi me acompañó durante algunos años. Tanto me había identificado con esa frase, que me compré una taza que usaba todo el tiempo; hasta que un día tache el NO y le coloque (con tinta permanente) un gran SÍ.
Ahí pueden ver la taza (febrero 2020). He estado buscando alguna foto del momento en que reemplacé el No por el SÍ, porque estoy segura de que la tengo; sin embargo, no la encontré (prometo que si me hago con ella te la comparto en las notas de substack).
El caso es que ¿Cómo no vamos a ir así por la vida, sintiendo que no nos da el tiempo, que no llegamos a todo; si por un lado nadie nos enseña como gestionar nuestras 24 horas y menos nos enseñan a hacerlo en base a cómo funcionamos naturalmente?
Vamos por la vida intentando implementar rutinas, métodos y planificaciones que nos enseñan, sin cuestionar, y nos vemos metidas en una dinámica que no nos hace bien, que no es sostenible, que encima nos hace procrastinar y nos hace sentirnos mal, frustradas, estresadas...
Esa sensación de “No me da la vida” a mi parecer no tiene tanto que ver con saber planificarse, ya que muchas veces una puede planificar un trimestre completo (por ejemplo) y queda muy bonito en agenda, con estrategia y todo; la cosa es cumplir lo que se planifica sin caer en la procrastinación hacia una lista interminable de pendientes, que conlleva a una sensación de culpa, frustración, estrés e intensificación del “no me da la vida”.
Las razones de que esa planificación no funcione, no se debe a que esté mal hecho, sino a que:
No se ha planificado teniendo en cuenta LA REALIDAD. El presente propio y del negocio, tu estilo de vida, los recursos disponibles (incluido el tiempo), el funcionamiento natural, las prioridades… Sino solo lo que se quiere alcanzar en el futuro.
No hay flexibilidad en la ejecución de la planificación. Y no me refiero a los huecos que se dejan entre las acciones planificadas; sino a la capacidad de adaptación y a realizar cambios en el proceso (sin colapsar o bloquearse), en función de lo que realmente se necesita, los imprevistos, las urgencias, etc.
No hay sostenibilidad en la planificación, tiene mucho que ver con el punto uno. Hay veces que se crean planificaciones en márgenes de tiempo que no son realistas, no porque no se puedan cumplir sino porque quizás cumplirlos hace que te quemes en el camino, lo que haces pierde calidad y después tienes que pasar semanas o meses de “estancamiento y bloqueo” porque has gastado toda la energía en presionarte a cumplir unos ritmos y tiempos que no son sostenibles para ti.
No hay una metodología propia, un sistema que funcione para ti, sino que vas viendo lo que hace uno u otra, el método este o aquel y vas probando a ver qué te funciona.
Estas son las principales razones que he observado en mí, que amo la planificación y en su momento me quedaba divina en la agenda, el planner o lo que sea que usara en el momento, pero cumplirlo después era otra cosa… Al caer en esos errores, se producía lo siguiente:
Procrastinaba lo que no está escrito y como te cuento arriba, la lista de pendientes era abrumadora.
Sentía mucha culpa. Siempre iba arrastrando todo hasta el último momento y es estrés se apoderaba de mi, la mayor parte del tiempo.
La amargura (mi no ser, en diseño humano) eran el pan de cada día. Por ese estrés que sufría al sentir que no conseguía llegar a “todo” y eso se trasladaba al resto de áreas de mi vida.
Mucho planificar y poca acción alineada y fluida. ¡Sentía mucha presión constante!
¿Para eso había creado mi propio negocio? ¡Desde luego que no!
Mi visión y misión siempre ha sido vivir una vida sencilla, llena de calma, con mucho tiempo diario para disfrutar de mis hijos, de mi esposo y de momentos de gozo… Esa forma de organizarme, planificarme y gestionar mi vida y negocio no solo no me estaban sirviendo, sino que además me estaban alejando completamente de mis intenciones.
Así nació lo que llame en su momento la planificación estratégicamente alineada, consciente y adaptativa (mi plan FOCUS); con el fin de construir un método que fuese flexible, que escuchara mi intuición, que se adaptara a mi momento vital y a mi forma natural de operar; sin dejar de ser estratégica.
Esta forma de planificar tiene un enfoque que abraza nuestra esencia femenina (del SER al HACER), nuestra intuición, naturaleza y estrategia alineada.
Con 8 pilares importantes:
1. Reconocer y honrar nuestra forma natural de funcionar.
No somos maquinas y no somos lineales, esto es importante de entender y reconocer. Nuestra energía fluctúa en ciclos, al igual que las estaciones del año. Es importante dedicar tiempo para observar cómo fluimos y funcionamos en cada una de esas fases, cuando estamos más activas y cuando necesitamos descanso. A partir de aquí es más fácil planificar las tareas de forma respetuosa, real y sostenible.
2. Delegar y pedir ayuda.
No tenemos que hacer todo solas. Dejemos de intentar ser super woman, mega independientes y autosuficientes. Eso más que devolvernos a nuestro poder femenino, nos aleja de él. Cuando nos abrimos a ser ayudadas, activamos nuestro poder y abrimos el canal de recibir. Delegar tareas tanto en el trabajo como en casa es fundamental.
3. Establecer prioridades claras
Cuando decimos que “No llegamos a todo” o pensamos “¿Cómo puede ella llegar a todo?”; te has puesto a pensar ¿Qué es ese “TODO” para ti?. Porque la realidad es que llegar a todo todo no es posible, ni realista (al menos que tengas un full equipo que hace la mayoría por ti); pero sí puedes legar a lo que elijas llegar y es prioridad para ti.
TIP: Antes de cerrar el ordenador, escribe un top 3 de tareas que sí o sí es importante hacer el día siguiente. Cuando te levantes y te dispongas a empezar el día, revísalas y asegúrate de que sean tareas esenciales; que realmente impacten en tu bienestar personal y en el bienestar de tu negocio. Si logras esas tres cosas, considéralo un día exitoso y celébralo.
4. Practicar el amor propio y autocuidado, sin culpa.
Dedicar tiempo a ti misma, sin sentir culpa, ha de convertirse en tu mayor prioridad. ¿Cómo van a fluir tus acciones, si no estás bien o no te has dado aún lo que necesitas? Para mi es indispensable al menos 1 hora, antes de iniciar la jornada, de tiempo de conexión conmigo: para mis devocionales, meditar, escribir, caminar, hacer ejercicio, leer un libro, o simplemente disfrutar de un momento en silencio. ¡Al final lo que importa es que nutras la relación contigo misma y te des lo que necesitas en el día a día! Esto hace la diferencia.
5. Comunicar y poner límites.
Establecer límites claros tanto en el hogar como en el trabajo ¡Es importante! (tanto a las personas que te rodean, como con las que trabajad, por ejemplo clientes). No podemos pretender que se nos respete nuestro momento delante del ordenador sin interrupciones (por ejemplo) si no hay una comunicación y límites establecidos previamente ¿No crees?. Así que asegúrate de comunicar tus necesidades y límites con claridad y firmeza. Aprende a decir "no" cuando algo no resuene contigo o te sobrecargue.
6. Conecta con tu propósito.
Esto puede que suene a cliché, pero cuando lo que estás planificando y te propones llevar a cabo, tiene un sentido, una intención, un propósito; ya no dependes tanto de la motivación instantánea, sino del recordar y conectar constantemente con el para qué de lo que haces. Mantén siempre en mente tu propósito y tu intención. Esto te ayudará a navegar los días difíciles y mantenerte enfocada en lo que realmente importa. La planificación no es una obligación, sino un deseo de cumplir con tu deseo de servir.
7. Utilizar herramientas de organización ¡Que funcionen para ti!
Ya estoy pensando como ayudarte a crear tu propio kit de herramientas, porque entre tantas que hay, es muy fácil terminar volviéndose un ocho, intentando usar una u otra o peor, todas a la vez. Es interesante apoyarte en herramientas de organización, planificación y gestión; sin embargo, como no crees un sistema que funcione para ti, puede llegar a bloquearte en tus avances... ¡Menos es más! Puedes usar desde una simple agenda, aplicaciones de gestión de tareas, o métodos como el bullet journal. La cosa es que funcione para ti y te simplifique las cosas. no que te lo complique.
8. Crear una red de apoyo:
¡Que importante es este paso! A veces nos sentimos solas, el emprendimiento online tiene algo de esto y como no tengas emprendedores en tu entorno, incluso puedes sentirte incomprendida. Por eso considero indispensable rodearse de personas que estén en la misma y que -muy importante- compartan tus valores y misión. Una red de apoyo puede ofrecernos consejos, hombros en los que apoyarnos, y el recordatorio de que no estamos solas en este camino.
¿Te identificas o resuenas con alguno de estos pilares?
En el último episodio de Negocios en femenino Podcast, puedes escuchar el episodio dónde te cuento con más detalle cada pilar:
*Incluir la ciclícidad en mi planificación fue la guinda del pastel para vivir con mayor liviandad, fluidez y gozo.
Me encantará saber ¿Cómo gestionas tú la planificación en tu vida y tu negocio?
Y si no te has suscrito aún a FEM CLUB ¡Es hora!
No te imaginas lo que me llena y significa este comentario. Durante años mi mensaje siempre ha sido en femenino, pensando en mujeres. Desde que llegué a este espacio y he podido leer y encontrarme con hombres que abrazan su Ciclicidad (más allá de la infradiana que con acompaña a las mujeres). Como dice mi esposo, todos somos cíclicos “los hombres, no nos libramos de eso. Es naturaleza y somos naturaleza”.
Por otro lado, me identifico mucho con el hecho de que crezco con mi negocio y mi negocio crece conmigo, según el momento que tránsito. Eso es lo que hablo de que exista una danza y alineación entre ambos. Es increíble cuando en ocasiones la mente cree que el negocio está “pausado” y lo que realmente pasa es que te está dando el tiempo de ajustar y renacer en tu nueva identidad; más alineada a tu ser más genuino. El también es cíclico.
Para lo el crecimiento es hacia el ser. No hay agrandar al personaje.
La intuición nos permite llegas a TODO lo que nosotros requerimos llegar. Aunque a veces ese TODO, no sea el todo que el ego se empeña en conseguir.
Gracias por tu tiempo y por compartir 😉
Te escuché también en tu Podcast mientras manejaba por carretera y sentía que iba conversando contigo todo el camino sobre muchas cosas que me ha tocado aprender “a la mala” (o mas bien me tocó vivirlas tanto desde la incomodidad como la compasión) y que en tus palabras se escuchó muy reconfortante.
Además de que me encantaron los 8 pilares (y hoy resueno más con el 1 y 4), me quedo mucho con algo que platicando recién con mi terapeuta ya vemos muy integrado en mí que es actuar siguiendo los ritmos más naturales.
Hoy pareciera que crezco con mi negocio de acuerdo a los ciclos de la vida, ej sigo asombrándome como niño pero ahora entré en una fase un poco más rebelde. Otro ejemplo es que obtengo mis lecciones y creo mis servicios conforme a las estaciones del año o que planeo mis semanas conforme a mi ciclo interno (obvio no es menstrual, pero hace unos años una emprendedora holística me enseñó a guiarme en él desde mi energía femenina).
Y obvio sin dejar de lado como guiarme por mi intuición para crear honrando mi energía y compartirme desde el flow más alineado para mí y en sintonía con lo que mi tribu requiere recibir de mí.
Claro que ya compartí esta invitación a vivir desde estos pilares con mi tribu femenina, porque así como tú, creo que sí nos da la vida!