#19. Lo que aprendí de 2024 🧐 | Bitácora
✨¡El agradecimiento que deseo hacer, antes de continuar!
¡Feliz Año! Vuelvo por este espacio que para mi es tan especial y quiero hacerlo “cerrando ciclos”; para ello te hablaré del 2024 y los aprendizajes de un año que ha sido UFFF…
Sírvete un cafecito ☕️ y charlemos 😉
Empezar un nuevo año para mi se siente como mudarme a un nuevo hogar.
Curioso. Pero la energética es similar. Tengo ganas de limpiar, deshacerme de todo lo que no quiero que entre en el nuevo año y dejar espacio para lo que deseo que se manifesté en su lugar.
Y no solo a nivel literal, es decir, físicamente me entra como el síndrome del nido cuando las mujeres estamos por dar a luz, el deseo ferviente de limpiarlo todo -física y energéticamente- donar, desechar, guardar, PREPARAR…
También me empiezo a cuestionar mucho sobre cómo contribuyo, qué deseo sostener, que deseo dejar de hacer, en qué me quiero embarcar como novedad.
Han sido semanas de desconexión total, disfrute en familia y mucha reflexión al respecto.
En esta primera Bitácora del año, quiero compartir muchas de las reflexiones sobre los aprendizajes y decisiones que he tomado en estas últimas semanas.
APRENDIZAJES DEL 2024, más allá del 2024.
Para contarte lo que aprendí, antes quiero contarte parte de lo que viví.
No te mentiré, 2024 ha sido un año de mucha incertidumbre, en el que he tenido una lucha importante entre mi ser y mi ego-personaje.
Por un lado, la voz de juicio ha estado muy activa este año, queriendo volver a dominar la situación como sea. Por otro lado, también he de decir que voy masterizando el hecho de reconocer esa voz (ego) y negociar con ella.
Esta lucha inició por allá en 2020 cuando tuvimos tanto tiempo “en pausa”, tiempo que utilicé para cuestionar muchas cosas, dándome cuenta que me había sobre-identificado con el personaje que había creado para lanzarme al mundo de los negocios y “ser exitosa”.
Darme cuenta de que estaba apagando mi chispa para encajar y gustar (como ya lo había hecho alguna vez en mi adolescencia), me dolió profundamente y ahí empezó lo que yo llamo el descenso al vacío fértil.
Desde 2020 he vivido años en los que conscientemente he tenido que hacer mucho trabajo de sombra y de liberación del personaje. Qué aún se resiste a perder el control. Y por ende, aún trabajo en mantenerlo a raya, para evitar los niveles de confusión a los que tiende a llevarme, para volver a tener el mando.
En estos años he trabajado en terapias alternativas, trabajo de sombra con journaling, constelaciones, trabajo energético, psicológico y muchas otras herramientas, que han sumado en este proceso. Cada una me ha aportado cierto grado de claridad y consciencia en este camino, pero nada como lo que he practicado este año.
Ya que aún haciendo mucho trabajo interno, había la tendencia imperiosa de “buscar fuera”; es decir, por un lado, hacía un trabajo interior bastante profundo que me ha ayudado a ver dónde me estoy contaminando y perdiendo; y por otro lado, no podía evitar seguir fijándome en otros, en sus avances, en sus caminos y compararme constantemente o juzgarme por no estar consiguiendo más, haciendo más, avanzando más… Seguro sabes de lo que hablo ¿verdad?.
Este 2024 ha sido diferente.
A inicios de año y más inconsciente que consciente (admito), decidí ir soltando terapias y cualquier herramienta externa. Necesitaba tiempo de SILENCIO. Más tiempo a solas conmigo y sin nada de por medio, solo yo, el lápiz y el cuaderno (porque el journaling es mi gran NO NEGOCIABLE).
Esta necesidad de silencio me llevó a apagar el ruido externo:
Dejar de seguir a cientos de cuentas en redes.
De-suscribirme de más de la mitad de newsletter en las que me suscribí alguna vez (esta es una limpieza que continua).
Salir de membresías y clubs de los que formaba parte.
Eliminar la app de Tiktok durante más de 6 meses.
Eliminar mi cuenta profesional de Instagram, que me acompañaba desde 2017, desde los inicios. Esto lo hice antes de iniciar 2024, ya como declaración de intenciones de un cambio.
Dejar aparcados mis oráculos que me han acompañado en tantas decisiones en tiempos anteriores.
Solté incluso clientes que mantenía de mi enfoque de pura estrategia y marketing, porque solo los tenía para cubrir gastos y generar, no los estaba disfrutando.
Estas decisiones no las tomé desde la mente racional, solo sentí la necesidad y sin saber qué vendría después, solo lo hice.
Y esas acciones me llevaron al sentimiento que se tiene al “Empezar de nuevo”, pero NO de cero. Sino más bien fue como una vuelta a casa, una vuelta al origen… O como un baño en el río después de un largo camino entre la maleza 🙄. Con todo lo que una limpieza así conlleva (es liberador, pero no fácil porque hay mucho movimiento y cambios en consecuencia).
En ese momento no sabía para qué. De hecho siento que es el inicio de todo lo que aún tiene que caer. Sé, siento, que aún hay cosas que liberar.
El caso es que NO solo hubieron cosas que se fueron de forma natural, sino que llegaron otras nuevas del más puro deseo de conectar conmigo en PROFUNDIDAD y ponerme al servicio desde ese lugar…
Y entre esas cosas nuevas que llegaron:
🌷Este espacio - FEMCLUB- que ha sido por momentos bálsamo para mi alma, porque a través de escribir (sobre todo las bitácoras) me entrego a SER y a la más absoluta vulnerabilidad. No pienso mucho, solo dejo que mis dedos escriban lo que mi corazón quiere decir.
Compartirme desde este lugar - sin pensar si puede gustar o no, si hago bien en contarlo o no- es algo que está transformándome desde dentro y que está permitiendo que muchas de las capas de ese personaje se caigan por sí mismas.
Sin embargo, en otros momentos, también ha sido canal de “lucha” con el ego-personaje, que quiere que venda “que me deje de tonterías” “que esto es parte del negocio” “Que le meta más marketing y formulita para que vaya más rápido”... Queriendo convertir este espacio en lo que un día convirtió el resto, un sitio de producción y no de conexión ¡Que es lo que yo deseo!
🕊️ DIOS. Él ha sido el gran regalo de este año. Venía sintiendo desde finales del 2023 un llamado a conectar con DIOS, con la fuente, más allá del popular Universo y un día me levante con el llamado de leer la Biblia.
Esto es algo que jamás creí que haría. Y no porque sea atea o no crea, no. Vengo de una familia creyente (católica) pero no practicante. Yo NO CREO EN RELIGIONES, no tengo nada en contra, las respeto mucho y de hecho me gusta leer sobre ellas, pero no creo en que se necesite una religión para tener conexión con Dios, de hecho siempre he creído que para llegar a Dios, tengo que llegar a lo más profundo de mi.
Por otro lado, siempre he dicho que la Biblia es un escrito manipulado por hombres que desean control y le tenía cierto recelo por la capacidad que tiene de doctrina (esto es una opinión muy personal); la verdad sigo creyendo eso, solo hay que ver las contradicciones que alberga (Dios es amor, Dios es vengativo 🫣)
Sin embargo, es uno de los libros espirituales (entre otros) que más paz me ha dado en su lectura y estudio, hay algo en ella que se puede leer entre líneas - con discernimiento- y que se siente que viene del propio Espíritu de Dios. Y es la herramienta que más me ha acercado a lo que realmente SOY, como hija de Dios, como parte de la fuente y como una gota del gran océano al que TODOS pertenecemos. Haciendo que el ego-personaje pierda fuerza…
✨ Momentos ordinarios vividos como extraordinarios… Mi vida es la Familia, principalmente la que yo misma he creado, mi núcleo, mi hogar… Así que de normal, al ser una prioridad, siempre hay familia por todos lados; ellos son mi motivación y siempre busco generar más, crecer más o hacer más para darles más a ellos; sin embargo, este año ha sido distinto:
Este año ¡Me rendí ante el perfeccionismo! para abrazar lo esencial y ordinario como algo extraordinario.
Quise con esto soltar la dependencia del Dinero, así de claro, parece que solo lo que se compra con Dinero es extraordinario y digno de mostrar, además cuanto más vale mejor. Suena fuerte decirlo o escribirlo, pero mi personaje durante un tiempo -hace años y no hasta hace mucho- me hizo sentir que si no había dinero para hacer cosas visiblemente compartible ¡No estaba logrando nada memorable! UNA SANDEZ DEL EGO Y EL SISTEMA
Así que una de las cosas que hice con intención es soltar la lucha y la presión por crecer, hacer más, darles más a mis hijos (salidas, material, momentos “extraordinariamente Pinterest”) y quise volver a lo esencial; cultivar más tiempo en el hogar: domingos de comidas con tardes de juegos de mesa, largas charlas, pijamadas en familia, comidas en el campo… Cosas que no requieren mucho dinero.
Esto me regalo muuucho, mucho amor, mucha presencia, mucha conexión con lo que llena mi alma.
Estas 3 cosas marcaron mi 2024.
Lo marcaron de una forma hermosa. Una en la que mi fuego interno❤️🔥 se encendió como hace mucho no se había encendido… Un fuego alimentado por cosas esenciales, puras y simples.
Y es así como el 2024 me ha enseñado que:
* NO soy lo que hago o dejo de hacer.
* NO soy como me veo o me ven. NO soy el personaje.
* MI identidad genuina y real no es algo que tenga que crear, es algo que ES y que viene de lo profundo de mi, en conexión con el Espíritu.
* NO estoy en este mundo para demostrar nada, solo para SERVIR.
* El camino es dónde el alma se enciende y la luz brilla tanto que alumbra el camino propio y de otros.
* Lo importante y esencial nunca se encuentra fuera.
* El verdadero éxito no se alcanza con la meta, sino con en el camino.
* La satisfacción llega cuando aprendes a darte lo que necesita tu alma, aprendes a dar con amor y generosidad y aprendes a ver en cada cosa "ordinaria" algo sumamente extraordinario.
* El fuego se mantiene encendido cuando vives en total agradecimiento, con ojos de niña que se sorprende con todo, como una eterna aprendiz y una sierva del mundo.
Por todo esto y por cosas menos bonitas, que sé que en algún momento del camino entenderé, le doy gracias al 2024 y doy comienzo al 2025, abierta a recibir con amor todo lo que tiene para mi.
Cierro con una palabra CLARIDAD.
¿Cómo ha sido tu 2024 y con qué palabra cerrarías ese ciclo?
Con amor,
Roi 😉
¡Hacia el éxito, sin sacrificios!
Tu vida · Tu negocio · Tu SER Mujer
¡Bellísimo! 🫀✨ Me alegra inmensamente que estés en ese lugar interno tan lindo.